sábado, 6 de marzo de 2010

Yo voy ¿y tú?




Hace algo más de una semana, en una de las entradas de este todavía joven taller (La VIDA como DERECHO), me posicionaba individualmente sobre la controvertida reforma de la Ley del Aborto. Dicha reforma legislativa se encuentra a menos de cuatro meses para su entrada en vigor. Poco creo que haya que decir sobre su nueva estructuración y sobre su novedoso y  polémico contenido que no se haya dicho ya. Creo que después de tanto hablar de ella pocos serán los que no conozcan los nuevos aires que trae la tan progresista Ley.

Reflexionaba al final de la mencionada entrada de las acciones que se podían suceder desde el momento en la que se aprobó. Y comentaba que a los particulares, al ciudadano de a pie, sólo le quedaban dos alternativas. O bien caía en la desesperanza y daba por perdida la batalla o bien luchaba hasta el final. Pués bien, yo soy de los que va a optar por la segunda opción. Voy a pelear, dentro de mis posibilidades y los escasos medios que pueda tener, para que, según siempre mi opinión personal, lo que es una abobinable aberración, terrorífica, inhumana, inconsecuente, peligrosa, y contraria acción al sentir popular  que se comete con la puesta en funcionamiento de la nueva norma, no se lleve a cabo.

De sobra sé que los elementos a vencer son difíciles pero luchar por lo que uno quiere es el medio más eficaz para conseguirlo. Nadie puede decir que lograr aquello que se propone siempre vaya a ser fácil, que vaya a ser un camino de rosas, sin baches, sin badenes, sin agujeros en la vía, tan fácil de recorrer que no tengamos que sortear los obstáculos que se nos presenten. Que nadie dude que el trayecto será duro. Lo más importante para conseguir el objetivo, aparte de pelear por el, es tener esperanza y creer en que se puede alcanzar.

Mañana, en Sevilla, a las 12 del mediodía, en la Plaza Nueva. La primera cita. El primer reto. Será una concentración para reclamar el Derecho a Vivir que asiste a todo ser humano. En ella, aparte de la retirada de tamaña afrenta a la vida que supone la nueva legislación, se solicitarán y reclamarán medidas sociales para las mujeres embarazadas. Es más fácil, más sencillo, menos problemático para los que nos gobiernan, para los que llevan las riendas políticas de nuestro pais, decir y hacer que las mujeres interrumpan voluntaríamente su embarazo (según nos intentan vender de manera sibilina un aborto en toda regla utilizando el término progre) que promover medidas de corte social que eviten lo que pudiera ser la salida más fácil y a la vez más peligrosa para una mujer.

Será una concentración que tendrá lugar en varias ciudades de España y a la que han mostrado su apoyo cientos de instituciones. No se va a centralizar pues en ningún lugar concreto, no nos va a pillar por tanto lejos de casa. Así que  sólo nos puede frenar el ánimo de asistir el handicap de la meteorología o la pereza de una mañana de domingo. Pobres argumentos para los que consideramos la vida como el derecho primordial y más importante del ser humano. No hay motivos para quedarse en casa para los que queremos hacernos oir, para los que queremos que nos escuchen, para los que solicitamos una retirada a tiempo de lo que generaciones venideras pensarán que es una auténtica tropelía contra el desarrollo del género humano.

Yo sólo seré un grano de arena, pero junto a tí que ahora me lees a lo mejor formamos una montaña. Por eso, porque creo en la VIDA, porque quiero luchar hasta el final, yo voy ¿y tú?

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