jueves, 5 de agosto de 2010

Hasta la vuelta






Pues si. Por fin llegó el momento. A este humilde taller también le llegó la hora del cierre vacacional. Atrás quedaron las impaciencias que deparaba la espera. En el recuerdo se pierde la envidia sana que sentía hacía los que ya las disfrutaban. Ahora me toca a mi el tomarme unas vacaciones.

De antemano ya cuento con la sensación de que se harán cortas. Muy cortas. Demasiado cortas. Por eso me marcho con la firme intención de disfrutarlas al máximo. Tan al máximo que es posible que cuando se aperture de nuevo el taller vuelva más cansado de lo que ahora me voy.

Servirá este periplo para al menos desconectar. Para olvidarme de la rutina diaria. Para dejar a un lado el aburrimiento de lo cotidiano. Será el momento de hacer algo nuevo. De recuperar lo que no dió tiempo de terminar en el último descanso.

Por unos días dejamos a un lado las tijeras y dedales, las agujas y los alfileres. Pero los dejamos reposar con la firme intención de volver a utilizarlos para seguir con el objetivo marcado. Continuaremos cortando y confeccionando trajes, cavilando mientras se acarician terciopelos y sedas, se suavizan cueros y tergales, y se alisan linos y algodones.

Echamos el cierre estival en este pequeño local. Un punto de encuentro que el que espero se sientan igual de cómodos que se encuentra un servidor cuando labora. Un sitio en el que se agradece la visita, un simple saludo que hace que todo lo trabajado merezca la pena. Un rinconcito en el que espero nos sigamos citando de vez en cuando. Por eso, si a ustedes les parece, nos vemos pronto. Nos vemos a la vuelta.