sábado, 29 de enero de 2011

4.696.600







Esa es la cifra. Esas son las personas. Esos son los parados oficialmente existentes en España según la última EPA (encuesta de población activa). Esa es la realidad. La triste realidad. Un 20,33% de paro. Es el desolador panorama que tenemos en España. Record en nuestro país. Y lo peor de todo es que las previsiones es que sigamos batiéndolo en los próximos meses. ¿Para cuando el fin de esta infinita subida?. Eso es lo malo. Que nadie lo sabe.

Y digo yo. ¿Nadie asume responsabilidades? ¿Ninguno de nuestros incapacitados dirigentes es capaz de reflexionar? ¿Ninguno de esos hipócritas embusteros sedientos de poder que nos negaron lo que se avecinaba toma las de villadiego y se larga? ¿A nadie se le cae la cara de vergüenza? No, claro que no. ¿Para qué? Si no les afecta directamente, si siguen apoltronados, acomodados, llenando sus buchacas, ¿que falta hace tener valor y asumir responsabilidades? Ande yo caliente, riase la gente. Ingenuo de mi.

También nos dice esta última EPA que nuestra moderna Andalucía, esa que constantemente nos venden los politicuchos engañabobos que la manejan, tiene una tasa de paro de un 24,6%. Es decir, más de cuatro puntos y medio por encima de la del pais. Casi el triple más de paro que comunidades como el Pais Vasco con un 10,89%. Según la positividad de nuestros míseros gobernantes (lo de míseros va por la pobre catadura moral que tienen), y dado el énfasis que ponen en la modernidad y vanguardia en la que han puesto a nuestra amada región, los datos no dejan lugar a dudas. Estamos entre los primeros. Sólo nos supera Canarias. En la próxima oleada a lo mejor ya estamos por encima. Y por fin seremos los lideres. Al menos en algo...  Valiente panda de golfos y demagogos. Tontos del brote verde. Siniestros payasos de un circo sin gracia, en el que nos han abandonado encerrados en la jaula de los leones. 

Tal vez os pueda parecer agresivo, tal vez algunos piensen que me violento demasiado, que soy demasiado exagerado. Para el que así lo crea que pinche este enlace. Un ejemplo de comicidad, del falso positivismo que me intentan vender, de la ruindad del que tiene el tejemaneje. Un claro exponente de la mezquindad de una casta politica que poco a poco se revierte en una lacra más de nuestra sociedad.

Vuelvo a la realidad. Esa de la que intentan alejarnos de tan sutiles maneras, a la que tantas cortinas de humo ponen. La tasa de paro en Europa es de un 10% aproximadamente, teniendo Irlanda (pais rescatado por la Union Europea) un 14%. Pero ante esto alguién nos dira: España no es Irlanda. A lo que yo responderé: No, claro que no. Entre otras cosas porque allí tienen algo de lo que aqui se adolece y que hay quienes ni la conocen. Vergüenza se llama. Allí, en un ejercicio al menos de dignidad, diria yo, hay quien dimite y asume responsabilidades. Igualito que aquí, que no se van ni con agua caliente. A ver si nos enteramos. Somos los últimos, estamos a la cola. Somos los más atrasados de la clase.

Si en este pais, si en esta España nuestra se tomara cierta conciencia de lo que debiera suponer la responsabilidad politica, otro gallo cantaría. Al igual que en Noruega, por ejemplo. Donde los políticos que no cumplan sus promesas electorales pueden ser juzgados por un tribunal y separados del poder. ¿Os imaginais que los incumplimientos de las falsas promesas electorales se pagaran ante un juzgado?. Donde el engaño y la corrupción no saliera gratis. Utópico, ¿verdad?. Pero como diria aquel, somos lo que somos hasta que dejamos de serlo. Algún dia esto tiene que cambiar.

Mientras, algunos sueñan que el sol salga por algún sitio, que los pájaros vuelvan a cantar, que las aguas del rio se vuelvan trasnparentes, el presente es que vivimos una pesadilla que no nos proporciona trabajo. Como muestra un botón. Escucha esto y dime si no estamos probando una hiel de tragedia y desesperación que sólo nos da para intentar sobrevivir.  Mientras tanto los impresentables de turno intentan sacar réditos politicos y personales lamiendo y abriendo al mismo tiempo nuestras propias heridas. La tuya y la mía.


martes, 18 de enero de 2011

Un pasito para adelante, tres pasos para atrás.


De andaluz a andaluz. Chaves escucha la traducción
de Montilla en el Senado. Foto Diario El Mundo.

Pues si. Y yo que creía que no se llevaría a cabo. Me equivoqué. Llegué a pensar que el sentido común acabaría imponiéndose en la cuestión. Pero ya ves, otra vez se torna en el menos común de todos. Ganó la estupidez, se impuso la insensatez de los que llevan las riendas de este nuestro pobre (cada vez más y en todos los sentidos) país.

A partir de hoy habrá veinticinco intérpretes que se dedicarán a traducir las intervenciones de sus señorías en el Senado. ¿Cabe mayor idiotez? ¿Existe mayor memez? ¿Hay una gilipollez más supina?. Opinen ustedes mismos. No salimos de una y nos meten en otra. Pinganillos para todos. Traducir a lenguas cooficiales algo que todos son capaces de entender en castellano ( lengua oficial así consignada en el artículo 3.1 de la Constitución Española).

Como otras tantas, esta no es más que otra nueva atrocidad cometida en contra de una lengua que es hablada por casi cuatrocientos millones de personas, en contra de un idioma que se extiende por todo el planeta y que es el segundo más importante del mundo. Es una decisión bochornosa que debiera causar sonrojo a los que la aprobaron. Magno esperpento. Disparate sin par. Medida que debiera causar vergüenza a aquellos que lamentablemente parecen no estar ni en su cabales, ni en sus facultades mentales y que ni la tienen ni la conocen (la vergüenza digo).

¿Hay algo más inútil que pagar casi 350.000 euros anuales (se dice pronto) por la bromita? ¿por el simple hecho de traducir entre españoles? ¿por el hecho de hacer entender a tipos que conocen y saben hablar en castellano? ¿de verdad es necesario este absurdo dispendio? ¿es absolutamente obligatorio asistir a tan bochornoso espectáculo?

Pues ya lo ven. Estos son los mismos imbéciles que nos piden sacrificios a los españolitos de a pie. Los mísmos vendeburras que nos llevan a pique. La misma chusma que nos trocarán las pensiones y la edad de jubilación mientras se blindan las suyas. Los mismos chupópteros que nos hablan de brotes verdes mientras lo único que se atisba en el horizonte de este país son los parajes desiertos a los que nos han llevado. Los mismos canallas de lengua viperina que mienten más que hablan. Esos que confunden la altanería y la chulería con la dignidad. Si, son los mismos. Son esos mismos rufianes que retiran ayudas de subsistencia a parados de larga duración  los que prefieren dilapidar el dinero en lamentables bromitas como esta. Los mismos progres que para dar un pasito adelante, nos hacen dar tres hacia atrás. Los que en vez de dar ejemplo y poner en práctica lo que a todos nos une, prefieren usar aquello que nos aleja, lo que nos hace diferentes. Amarga lección de hipócrita pluralidad.

Váyanse imaginando el indigno espectaculo. Orador hablando castellano y senador español con pinganillo mientras se le traduce lo que aquel diserta. Ridículo. Auténtica desfachatez. No va más. El elogío del cachondeo sin parangón. La oda al atraso. Una triste torre de babel. Una historia más propia del camarote de los hermanos Marx, de una película de Cantinflas, de una historia de Kafka.

Muchas veces en los últimos meses, dada la dura crisis que nos azota y el miedo que se tiene a un posible rescate de nuestra economía, hemos escuchado eso de España no es Grecia, España no es Irlanda, España no es Portugal. ¿Alguien se ha preguntado lo que nos dirán estos impresentables que nos mandan como sigan tomando decisiones de nivelazo tan cutre? Dios quiera que cuando se les acabe el cuento, cuando no tengan con quien compararnos, no venga ningún tonto de estos a decirnos que España ya no es España.

lunes, 10 de enero de 2011

Vuelta a empezar



Ya pasaron las fiestas navideñas y la verdad, es que cada vez me cuesta más adaptarme a esos días en el que al parecer han de convivir el jolgorio y la nostalgia, la alegría y la tristeza, la temporalidad de una insuficiente caridad y la perenne práctica de un consumismo desmesurado, la necesidad y la opulencia. Aún oigo los apagados ecos de villancicos y panderetas, todavía percibo el tenue parpadeo de las luces reflejadas en las húmedas cristaleras y ya empieza a colonizarme el anual deseo de la vida nueva. De sus cambios, de sus esperanzas.

Comenzamos la nueva andadura. La que cada año nos proponemos. Cambio de actitudes, refuerzo de aptitudes, comprometidos aprendizajes, destierro de vicios y cobijo de buenas y sanas costumbres. Al final, como siempre, casi todo lo forzado volverá a su natural ser. Propuestas convulsas, acogidas con ilusión, pero que sin constancia y sacrificio volverán a quedar en nada. Al menos, y ese es el consuelo, se procede a su intento y ojalá, alguna se consiga. Cada uno tiene en su mano cambiar lo que de suyo le compete. Sin esperar lo que nos puedan deparar los demás.

Porque ¿y nuestro alrededor?. Pues nada nuevo bajo el sol. Mientras nosotros personalmente pretendemos iniciar un cambio, el cambio, todo lo que nos rodea seguirá igual. Como siempre. Seguirán los desmanes políticos con sus corruptelas y desvergüenzas, más episodios de los controladores descontrolados, los nuevos capitulos de una crisis que no terminará de pasar, salpicones de dura realidad, tragedias familiares a los que llega la desesperanza, vuelta al tema de las pensiones y al aumento de la edad de jubilación, raciones de encuestas ante las inminentes elecciones municipales, hipocresías sindicalistas, chanzas y mentiras...Otra vez, los pequeños sucesos se convertirán en las mejores cortinas de humo para ocultación de la realidad, mientras juegan con el bienestar de toda una sociedad. Nos llenarán la cabeza de pajaritos, nos entretendrán sólo de circo porque el pan se va acabando. De novedosas confrontaciones donde nunca las hubo para tenernos más o menos en la inopia. Nos animarán a mirar a otro lado y a comulgar, otra vez y las que nos quedan, con piedras de molino mientras asistimos al decadente espectáculo del esperpento con el que a diario nos obsequiarán.

Este es el nuevo año. Esto es lo que nos deparará el 2011 y que en nada lo diferenciará del anterior, ni del anterior del anterior. Vida nueva para el que individualmente se lo proponga con pequeños o titánicos esfuerzos. Ya estamos en año nuevo pero si dependemos de los demás, de los que tienen en su mano el bien de la colectividad, todo seguirá igual. Es año nuevo y como siempre cada uno a lo suyo, a retomar ilusiones y compromisos personales, nuevos propósitos y viejos retos. No nos queda otra, ya estamos en un nuevo año y  hay que volver a empezar.