sábado, 16 de junio de 2012

Vaya personaje


No me apetece nada. He dudado mucho sobre hacerlo o no. Pero la verdad es que no he podido contenerme. Ya os habreis dado cuenta que últimamente no se da puntada en esta sastrería a trajes de que se ciernen sobre la espalda de la política. Sin embargo he leido unas declaraciones que me han podido. Que han doblegado la voluntad de no entrar al trapo de las actuaciones de esos sátrapas que nos dirigen.
Sinceramente no creo que lo diga en serio. Es imposible. No puede ser que sea ahora cuando se haya dado cuenta de lo nefasto de una gestión económica que nadie entendía. Bueno, todos menos él y su séquito de estómagos agradecidos. Su cohorte de pancistas que disparaban con polvora ajena. Esa piara de irresponsables a los que gustaba dilapidar el dinero del bolsillo de los demás.

Este individuo que tantas veces nos negó la crisis que tanto dolor nos está produciendo. Esta que tantos estragos nos está causando. Este es el mismo que viene ahora reconociendo lo que todo el mundo veía menos el. ¡Venga ya!. No me vengas con historietas histriónicas. Ya tenemos bastante con lo que desde hace tanto nos viene cayendo desde uno y otro bando. No me tomes el pelo. No nos tomes más por tontos. Ahora ya no te hace falta. No metas palos en candela y no nos hagas ciscarnos en todas tus castas. Cómo si no lo hubieras sabido. O eras tonto antes o eres tonto ahora. O te las dabas de listo entonces o te las quieres dar de sabio en plena tempestad y cuando no te toca bailar con más fea.

¿Cómo se te ocurre reconocer esto ahora? ¿Donde está el pudor? ¿Donde quedó la vergüenza? ¿Donde estaban tus asesores cuando tu eras el que ejercía el poder? o mejor pregunta ¿Por qué no los escuchaste cuando correspondía?. Si de verdad sabías las consecuencias de dilapidar dinero, nuestro dinero, a diestro y siniestro, ¿aún te crees capacitado para pertenecer al consejo de estado? No me vendas ahora la moto de bonachón inocente. No me vengas a dar lecciones de arrepentimiento. No me cuentes el cuento de lo que podía haber sido y no fue. Estate tranquilo y dedícate a mirar a las nubes. ¿Acaso no iba a ser esa tu dedicación cuando desaparecieras de la escena?. Haznos ese favor, hazte ese favor. Ya no es necesario correr el riesgo de quedar en ridículo. Ya no lo necesitas. Ya no es obligatorio. No te corresponde.

Quitate de enmedio. Disfruta de lo que tienes, de lo que te llevaste, de los recuerdos de hombre importante. De los años que te padecimos, de los años que concediste y de todo lo que vendiste a esos compadres de siglas obreras. No merece la pena que salgas a la palestra para decirnos lo obvio. Lo que todos supimos menos tu. Mejor dicho, incluido tú. De verdad que ya no hace falta que nos ofrezcas tu "humilde opinión". Sabemos lo que fue y lo que es. Sabemos lo que nos costó y lo que estamos pagando. Sabemos lo que pasó y por lo que estamos pasando. No nos martirices con el cuento de la buena pipa. Ya no cuela. La faena se hace sobre el albero no cuando el toro se te ha devuelto a corrales vivito y coleando. No tomes el riesgo de intentar lavar tu imagen con este tipo de públicas confidencias porque al final puedes acabar con más mugre que el mono de un mecánico.

 Perdiste toda la credibilidad. Nadie te va a tomar en serio. En su día incluso llegaste a ser una gran personalidad, ahora sólo puedes aspirar a acabar siendo un triste personaje. Dedícate de pleno ahora a ese trabajo tan ansiado. Supervisa todo lo que puedas desde la comodidad de tu hamaca y aplicate el popular dicho. Ese que dice, Zapatero a tus zapatos

1 comentario:

  1. Puede y creo que no me equivoco, que este ha sido el peor político de la HISTORIA DE ESPAÑA, el peor. Y a los hechos me remito.
    SANTIAGO LÓPEZ

    ResponderEliminar