miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ni memoria, ni historia.




Ayyyy!!! ¿Qué se le va a hacer?. Ya lo sé, ya. Sé a lo que me expongo. Sé que tras esta entrada habrá alguno que me catalogue como un fachorro de nuevo cuño. Cuento con que algún indocumentado me tenga a partir de ahora como un radical falangista. Quizás incluso piensen que en la intimidad desfilo por mi casa vestido de requeté (a mi como realmente me gusta es en pan y en el Bar de la Estación). Seguro que más de uno e incluso más de dos así lo harán. Es a lo que me arriesgo. Esto es lo que tiene.

Desde el 2005 y a partir de ese mismo año con la llamada Ley de Memoria Histórica, se ha puesto en boga la desaparición de todos aquellos simbolos que recuerden o exalten la sublevación militar del 36, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura. No se aplica por ejemplo a la represión infringida por los defensores de la República hacia aquellos que no comulgaban con las ideas del régimen hasta ese momento vigente (profanación de iglesias y conventos, tortura a los no izquierdistas, instauración de cárceles ilegales donde se recluía a cualquier sospechoso de no ser partidario de la república por el mero hecho de pensar de distinta manera, crímenes y fusilamientos como los de Paracuellos del Jarama en los que parece que tuvo mucho, muchísimo que ver el inclito Santiago Carrillo...). Pero eso es harina de otro costal y cómo diría aquel, peor es meneallo.

A lo que me quiero referir es que tanta Memoria Histórica nos están vendiendo y metiendo por los ojos que siempre hay borregos que no se enteran de nada y hacen su propia interpretación de la Ley. Es lo que tiene el enredar y sentirse cómodo jugando con la tensión y la crispación. Que algunos tuercebotas y mendrugos que no dan más que para jugar con pinturita, lleven hasta el extremo algo que desconocen o que sólo conocen de oídas. Que se radicalicen en posturas hasta el extremo de convertir memoria en desmemoria y creer que la historia de un pais, en este caso España, empieza hace algo menos de un siglo.

La noticia es esta que os enlazo.  ¿Qué os parece? Que habilidad la de estos muchachos. Que bien han quedado estos monstruos (de la cultura claro), estos inteligentes, listísimos, cultísimos y cívicos ciudadanos. Seguro que su comportamiento no tendrá nada que ver con las nuevas enseñanzas, esas que inciden en la educación para la ciudadanía. No, hombre. ¿Cómo va a ser eso?. Lo que está claro es que faltaron a la clase de historia de ese día. O bien no entraron en todo el curso. Van los tíos y en pleno éxtasis de recuerdos historicistas, en plena efervescencia por hacer que se cumpla la Ley de Memoria Histórica van y se ponen a arrojar pintura sobre un supuesto escudo franquista. Ohhhhh. Craso error. El escudo no es de la época de la dictadura. ¿Cómo?. ¡Qué no, qué no, chavales!. Que vuestro nivel intelectual os ha jugado una mala pasada. Que vuestro respeto cívico se ha pasado de rosca. Que el escudo no es franquista, chicos. Que es de los Reyes Católicos. ¿Melchor, Gaspar y Baltasar? ¡No, hombre no!. Isabel y Fernando. Tanto monta, monta tanto. Mala suerte. Otra vez será. Ahora sólo queda comprarse un librito y documentarse a ver si la próxima vez se está más atinado.

Si ese escudo hubiera sido establecido por Franco durante su dictadura, ya os digo que no se hubiese dado lugar al error. El escudo haría ya tiempo que estaría disfrutando de mejor otra vida. Tampoco estaríamos comentando este caricaturesco suceso si estos ciudadanos de paz y de bien hubiesen leído un poco más, estudiado algo o simplemente hubieran conocido un poco más los edificios históricos de su Salamanca del alma.

Ya lo dije en su momento y lo repito, me parece una nueva moda. Espero que pase pronto. Que se impongan castigos ejemplares y al que pinte indebidamente se le "caigan las manos" limpiando lo que ensució y nos ahorremos los gastos que originan estos seres tan brillantes. Es cierto que me lo he tomado con cierta ironía, con un poco de cachondeo. Pero me da a mi que esto tiene un poso de reflexión. Es ahora precisamente cuando viene a mi mente esa célebre frase que viene a decir "el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla". El que quiera entender que entienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario